Era difícil imaginar al director de cine Alejandro González Iñarritu haciendo
algo totalmente distinto a las decepciones que tan acostumbrados nos tenía con películas
tan cargantes como Biutiful que se dedicaban a machacar al espectador con
personajes agobiantes y escenas de lo más aburridas que nos hacían temer sobre
su nuevo filme Birdman (o la inesperada virtud de la ignorancia), pero los
galardones más importantes de la industria del cine, los Oscar, han decidido premiar con cuatro estatuillas a esta película puesto que la visión que nos ha
dado es totalmente nueva y renovada a los fracasos que nos mostró con
anterioridad el director mexicano.
Birdman
es fresca, elegante y con un mensaje critico bastante fuerte que hace
estremecer al espectador al darse cuenta de lo distinto que es el mundo
Hollywoodiense y lo machacados que estamos con las mismas películas en las
carteleras de cine.
En esta ocasión Alejandro González estaba decidido a
mostrar al público un nuevo tipo de cine alejado de los grandes efectos especiales, las
escenas de acción y la sangre a borbotones que hacen revolver el estómago a más
de uno cuando lo único que queremos es pasar un rato agradable en nuestro cine más
cercano.
En esta ocasión, Birdman
sobre por encima de los visto ahora por distintos motivos, pero en especial por
sus grandes actores, por un guion bien elaborado y por unos escenarios y planos
de infarto que hacen que te metas como si fueses un representante más de este
filme.
El papel de Riggan
Thomson (Michael Keaton) sobre sale por encima de los demás brillando con luz
propia hasta incluso en los momentos más aburridos (por decir algo) llenando de
intriga y expectación la película. Esta vez nos muestra los estragos de un
actor olvidado y encasillado en un viejo papel de superhéroe (Birdman) que
intenta librarse de esta imagen a través de una obra de teatro en la mítica
calle de Brodway. Resulta
interesante a la par que gracioso que el elegido para este papel sea Riggan ya
que interpretó al héroe enmascarado Batman
en la versión de Tim Burton y
desde entonces y casi siempre se le ha recordado por este papel.
Un mundo de locura es el que nos deja ver el
protagonista (Riggan Thomson) con su yo interior. Una pelea entre el personaje
Birdman y Michael Keaton que hace cuestionar al espectador cómo de real es esta
lucha y si es posible que pueda volar o controlar objetos o si únicamente es la
imaginación del actor principal. Algo que no queda para nada claro y que el
director ha dejado en el aire para que cada uno piense lo que crea más
conveniente. Esta lucha deja momentos míticos y emocionantes que ponen los
pelos de punta y que uno no desea que acaben. Pero la interpretación de Riggan
no se queda ahí, si no que va a más. Resultan espeluznantes los primeros planos
que nos muestran la evolución de este personaje dejándonos ver como poco a poco
su locura interior va viendo la luz y nos hace temer lo peor tanto para el como
para el resto de personajes que se traduce en confortamientos de lo más
escasos, porque recordemos, Birdman no es un filme de acción, guerra o ciencia ficción.
Otro papel destacado es el de Emma Stone que interpreta a la hija de Michael Keaton, una ex
drogadicta cansada de la vida pero luchadora a la que vemos en casi todas las
escenas pegadas a un rotulador y un rollo de papel higiénico dejando ver la desesperación
y tortura interna que sufre por dejar las drogas. El momento estelar y que nos
deja a todos con la boca abierta viene transcurridos los primeros cuarenta
minutos con la pelea entre ella y su padre que nos hace darnos cuenta lo buena
actriz puede resultar y lo productiva que puede ser tenerla en el rodaje.
Edward
Norton nos muestra una de sus caras más repelentes y desagradables
que nos hace odiar desde el primer momento en que entra en escena el personaje
al que representa. Vanidoso, grotesco y repulsivo son adjetivos que podrían
calificar a Mike. Ansioso por demostrar que es un gran actor, sus burdos
intentos le hacen darse cuenta a uno de qué pasta están hechos algunos actores,
que solo quieren vivir entre riquezas cuando su fama no se lo permite. La interpretación
de Norton se podría calificar como magnifica dado que odiar a un personaje
puede resultar fácil, pero lo complicado es llegar es no tenerle nada de
aprecio y al mismo tiempo sentir lastima y algo de empatía.
El guion de Birdman (o la inesperada virtud de la
ignorancia) es increíble, con diálogos bien formados y penetrantes que
mantienen en vilo a un espectador deseoso de saber cómo acabará. Pero si hay
algo mejor que los actores o el guion eso es los planos utilizados durante toda
la película que te muestran los lúgubres y siniestros pasillos del teatro en un
primer plano y escenas míticas y cómicas como el paseo en ropa interior de
Michael Keaton (Riggan Thomson) por la céntrica Time Square. Los movimientos de
la cámara son limpios y sencillos algo digno de apreciar y de envidiar por
muchos. Es raro que algo importante se quede fuera del plano o borroso como
sucede en otras películas, pero en este filme se aprecia lo cuidado y la gran atención
que han puesto en este aspecto.
Con una gran crítica a la sociedad que vive pegada a
sus teléfonos móviles y a la tecnología, a los actores de Hollywood y las películas
de superhéroes, Birdman (o la inesperada
virtud de la ignorancia) demuestra porqué ha sido galardonada con cuatro
Oscar convirtiéndose de esta manera en la más premiada del 2015.
Si aún no la has visto y estás pensando en verla,
CineSecrets te trae el Tráiler de esta gran película que lleva desde el mes de
octubre en cines. A continuación el
Tráiler de Birdman (o la inesperada
virtud de la ignorancia:
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