Kingsman:
Servicio Secreto se convierte en toda una revelación que
no hay que dejar pasar por alto a la hora de escoger una película cuando vayamos al cine. Parecía imposible que un
filme con una temática tan corriente como la de espías secretos dejase a las
salas de cine boquiabiertos. Con su lema “no es la típica película de espías”
nos demuestra que lo grotesco y desagradable puede convivir en perfecta armonía
con la elegancia y el porte de unos hombres capaces de salvar al mundo sin
despeinarse.
Cuando estamos disfrutando de los primeros minutos
de Kingsman, nos sentimos atraídos por las fuertes escenas de acción que te
dejan pegado a la pantalla sin pestañear y aguantando la respiración esperando a
que el protagonista (Taron Egerton)
salga airoso y sin ningún rasguño pero a la vez nos damos cuenta de que lo que
estamos viendo no es nada nuevo y es otra vez la historia de un joven que todo
en la vida le ha ido mal y está cabreado con el mundo hasta que llega su
salvador, en esta ocasión con un buen traje y un peinado espectacular,
interpretado por Colin Firth. Pero esta
película nos quiere demostrar que es nueva y completamente distinta a lo visto
con anterioridad y consigue demostrarlo nada más llegar a la mitad de la película
con un cambio drástico en el guion que deja a todo el mundo preguntándose qué está
ocurriendo y si lo que estamos viendo es realmente verdad, todo un logro digno
de admirar.
Parecía casi imposible que un público acostumbrado a
la violencia quedase sorprendido con escenas de tiroteos y peleas puño a puño con
cuchillos, pero este filme lo ha conseguido. Algo destacable en Kingsman es sin
duda la mano fría que tienen para matar. Estamos hartos de ver como antes de
acabar con un personaje, el asesino en cuestión tarda media hora para
prepararnos con un final que acaba siendo decepcionante. Sin embargo en esta película
te quedas con la boca abierta por la mano fría que tienen los malos en acabar
con todo lo que se les pone por delante.
Taron
Egerton es la gran revelación en Kingsman: Servicio
Secreto. Con un pasado desagradable manchado por el fallecimiento de su padre y
con un padrastro mafioso de la droga, cree que ya nada puede salir bien, hasta
que los Kingsman le da la opción de formar parte de su equipo. Con una actuación
brillante consigue transmitir a la perfección todas las emociones por las que
pasa el personaje ya sea ira, temor, alegría o tristeza. Todo un logro dadas
las terribles decepciones que llevamos viendo en el cine últimamente. Taron consigue recuperar la imagen del espía
pícaro capaz de salvar al mundo sin despeinarse ninguno de los pelos de su
cuerpo y con una mujer deseosa de acostarse con él en cuanto haya salvado al
mundo. Algo que no vemos desde las antiguas películas de 007 y que se agradece ver y recuperar un cliché que ya se echaba de
menos, porque estamos cansados del superhéroe que sufre y teníamos ganas de ver
a un protagonista que puede con todo saliendo de la batalla sin un solo
rasguño.
Colin
Firth nos sorprende gratamente en esta ocasión. Acostumbrados
a verlo en otro tipo de papeles jamás llegamos a pensar que podía moverse con
tanta agilidad y llegar a ser todo un agente secreto de los de antes capaz de
asesinar guardando toda la elegancia de un caballero inglés. Visto lo visto no
nos asombraría seguir viéndolo en más películas de este estilo.
Pero algo que nos llama bastante la atención es el
papel interpretado por Samuel L. Jackson
todo un villano que compara su plan maligno con los virus del cuerpo y el
calentamiento global. A priori no resulta muy llamativo pero el director de la película
(Matthew Vaughn) ha hecho que ahora
todos temamos por si algún loco ecologista se le ocurre llevar este plan a la
realidad. Con un acento extraño y unas vestimentas de lo más modernas, Samuel nos
cambia por completo la imagen del villano porque ¿a qué clase de supervillano
le da asco la sangre? La respuesta solo es una, a Samuel L. Jackson. Acompañado
en todo momento por una espectacular Sofia
Boutella que pone el toque maligno que hacia falta de una despiadada
asesina con dos terribles cuchillas por pies, nos hace amarla y a la vez
odiarla al mismo tiempo. Ágil y sanguinaria pone el toque justo de violencia
que tanto ansiábamos por ver en Kinsgman.
De esta manera podemos ver que Kingsman: Servicio Secreto
se convierte en una espectacular película de agentes secretos que no dejará
indiferente a nadie y que nos hará enamóranos de ella dese el minuto uno hasta
el último segundo mostrándonos sangre, escenas agobiantes y un final de lo más
peculiar y sexual que, para que engañarnos, estábamos todos deseando ver
cansados ya de los mismos tipos de película porque, recuerda, Kingsman no es la
típica película de espías.
Si
aún no la has visto te dejamos a continuación el Tráiler:
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