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domingo, 8 de marzo de 2015

Crítica Cincuenta Sombras de Grey


El fenómeno mundial 50 Sombras de Grey llega a la gran pantalla y nos cambia por completo la imagen que teníamos del príncipe azul creada, mayoritariamente, por las antiguas y clásicas películas Disney.

Con colas kilométricas y miles de entradas de cine vendidas antes del estreno, esperábamos ver una película con alto contenido sexual y explicita que, cuando sales de la sala de cine, te das cuentas que todo el sexo del que hablan en los libros queda en un segundo plano en la adaptación, dándole más protagonismo a los vergonzosos e intensos encuentros entre el Señor Grey  y Anastasia Steele acompañados por conversaciones que acaban resultando cómicas en vez de charlas cargadas de mensajes sexuales.

Jamie Dornan (Christian Grey) se mete en el papel del joven magnate multimillonario rodeado por una luz y cincuenta sombras que lo atormentan y le hacen ser quien es. Con una actitud inquietante y tersa, una mirada sexy que hace estremecer a más de un espectador y unos juegos eróticos de lo más extraños nos muestra a este nuevo tipo de príncipe encantador empeñado en encontrar una sumisa que esté dispuesta a complacerle. Parecía complicado sacar a Christian Grey de los libros e intentar personificarlo, pero esta vez el actor Jamie Dornan ha sabido complacer a los muchos fans deseosos de ver la película.

En ciertos momentos veíamos al actor en una pose distinta a la imaginada y resultaba un poco aburrido o agobiante pero Jamie sabe cómo hacer que esos momentos pasen rápido y enseguida uno recupere el hilo principal de la película y se quede con la boca abierta con tres palabras bien dichas en el momento idóneo.


Con una mirada penetrante y cautivadora y pasando más tiempo sin camiseta que con ella el Señor Grey consigue satisfacer los deseos de Anastasia pero sobre todo los de los ojos penetrantes situados en la sala de cine que en ocasiones ni pestañean para no perderse ni un solo segundo.

A pesar de que las escenas de sexo no eran las esperadas y que no han conseguido escandalizar a un público curado de espanto, aun se puede ver como las parejas que deciden ver la película coquetean, ríen y planean como pasaran su tiempo al llegar a casa consiguiendo el objetivo principal de la película, seducir al espectador.


Dakota Johnsons (Anastasia Steele) pone el toque picante, sensual, divertido, enamoradizo y la evolución de una “mosquita muerta” a una mujer que ama su cuerpo y que pierde el miedo por el mundo que le rodea. Al contrario que su compañero de reparto, Dakota pone el punto x a la película haciendo que sea para mayores de 18 mostrando sin ningún pudor cada uno de los pelos que rodea su cuerpo en varias ocasiones.


Juguetona, coqueta y vergonzosa es cómo podríamos definir a Anastasia. Con un tira y afloja constante con Grey nos muestra una cara divertida y pasota durante todo el filme.  Parecía imposible que en una sola película el espectador pudiera sentir varias emociones pero Dakota Johnsons consigue que el espectador se ruborice y se cabree, en ciertas ocasiones, con Christian Grey, consiguiendo así y de esta manera quedarnos sorprendidos y darnos cuenta de quién es la verdadera estrella en esta película, a pesar de los intentos de Jamie Dornan de querer captar todas las miradas cada vez que se  desnuda.


Pero si hay algo más sorprenderte y que nos deja con la boca abierta es la fotografía de la película. Cada detalle esta cuidado al milímetro dejándonos ver lo que quieren que veamos. Las escenas de cama son elegantes y atractivas pero nada parecidas a lo que nos rondaba en la imaginación. Con primeros planos sorprendentes que nos meten en la piel de los protagonistas y nos dejan sentir las emociones de los actores nos hace darnos cuenta del gran equipo de producción con el que cuenta Cincuenta Sombras de Grey. Escenas míticas como el viaje en avioneta con los dos protagonistas o la reunión para firmar el contrato entre Anastasia y Christian dejan en nuestro cuerpo  una gran sensación consiguiendo, sobre todo erizarnos y amar el juego de luces.


Cincuenta Sombras de Grey se convierte de esta manera en una película cómica (sin pretenderlo) y sexy estimulando la imaginación de cada uno de los espectadores que se dirigen al cine a ver el filme. No se convierte en la mejor película del año pero si en una buena forma para pasar el tiempo y si no sabemos qué ver, Cincuenta Sombras de Grey es la elección perfecta.

Si aún no la has visto, te dejamos a continuación el Tráiler:



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