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martes, 26 de enero de 2016

Crítica Los Odiosos Ocho

Quentin Tarantino regresa a la gran pantalla con una obra magistral. Los Odiosos Ocho se convierte en una de las mejores películas del polémico director de cine, que en tres horas ha sabido cautivar a un público exigente y habituado, aunque suene triste, a los grandes fracasos cinematográficos que últimamente vemos en el cine.

Esta nueva cinta basada en un western con ocho personajes de lo más completos y enrevesados, bien podría pensarse que ha sido escrita por Agatha Crhistie dado el carácter teatral que le ha dado Tarantino, donde vemos una oleada asfixiante de tensión manchada a borbotones por los litros de sangre a los que tan acostumbrados nos tiene, mientras vamos indagando en las mentes retorcidas de ocho personajes de lo más curiosos.

Con una larga, a la vez que cómica, introducción, Quentin Tarantino nos va presentando a los personajes principales de este nuevo filme con diálogos profundos cargados de mentiras, juegos sucios y estrategias por encubrir un final de lo más explosivo. Transcurrida casi una hora de película, Los Odiosos Ocho comienza una línea argumentaría de lo más sorprendente, en la cual, el espectador evitará pestañear lo menos posible para no perderse ni una milésima de lo que se está proyectando y como si de una partida del famoso juego Cluedo se tratase, Samuel L. Jackson (Major Marquis Warren), Kurt Russell (John "The Hangman" Ruth), Jennifer Jason Leigh (Daisy Domergue) y Walton Goggins (Chris Mannix) llegan al escenario principal donde comenzará su lucha por ver quién consigue sobrevivir en una casa donde cualquiera puede ser un asesino.


La octava entrega de este amado director podría ser explicada si nos fijamos en las mejores escenas de sus pasados estrenos como en: la cena en casa del esclavista de Django Desencadenado, la pelea a muerte entre La Novia y el ejército de O-Rhen Ishii en Kill Bill Vol.I o simplemente la quema del cine en Malditos Bastardos de tal forma que si, juntamos todas estas escenas, las agitamos hasta tener un coctel perfectamente hecho y lo servimos en un buen vaso tenemos una obra cinematográfica casi perfecta bautizada Los Odiosos Ocho.


En esta cinta sería casi imposible destacar un solo papel por encima del resto como suele suceder en las clásicas y repetitivas películas de adolescentes donde un solo personaje se lleva todo el protagonismo sin dejar indagar y profundizar en sus compañeros. Con sus minutos de gloria, cada uno de estos odiosos personajes nos muestran la cara más ruin del ser humano al estar encerrados en un lugar bajo una ventisca.

Pero si algo es totalmente destacable es el río de sangre que podemos ver, convirtiéndose esta entrega en una de las más sangrientas vistas hasta ahora. Con unos efectos especiales de lo más sorprendentes que hacen al espectador dejar de comer palomitas y coger un pañuelo para limpiarse pensando que son ellos los que tienen trozos de cabeza esparcidos por el pelo. Al ver esto se responden todas esas preguntas de porqué el director de efectos especiales Greg Nicotero sale justo después del director en los títulos de crédito.


La crítica americana no ha tardado en decir que Tarantino se excede en esta ocasión con la sangre pero suponemos que nuestros gustos en cuanto a violencia son completamente distintos donde, al ver tales barbaridades, pensamos que roza más lo caricaturesco y cómico que a una fiel representación de la realidad.

La música sigue teniendo cabida ampliando la sensación de misterio e intriga. La dulce y loca Daisy Domergue consigue conmoveros a la vez que sacarnos unas risas cuando entona su canción con una guitarra acústica, aunque si es cierto que se echa de menos más presencia musical como podíamos ver en anteriores entregas. Aun así su director musical, Ennio Morricone, logra crear una de sus mejores bandas sonoras hasta el momento.


Es innegable que Los Odiosos Ocho es una obra maestra creada por un director de cine con una mente retorcida a la vez que brillante donde consigue reunir a ocho personajes, en un escenario, grabados con una cinta de 70 milímetros en casi tres horas de película, en la cual consigue un resultado tan espectacular que es difícil de creer.

A continuación os dejamos el Tráiler de Los Odiosos Ocho:


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